Haga que el dinero no sea una fuente de estrés


¿Sabía usted que el dinero es la segunda causa más común de estrés?, ¿le interesa no ser parte de esta estadística?

Es importante recordar que hay personas que han hecho del estrés financiero un compañero de vida, pues han desarrollado una serie de hábitos, prácticas y estilos de vida que crean las condiciones óptimas para su manifestación, detonando así altos niveles de desgaste por una mala administración de sus ingresos. También debemos recordar que hay personas que han enfrentado adversidades financieras tales como un despido, una enfermedad, o una estafa, las cuales han disparado su nivel de estrés. Ya sea por una u otra razón, es necesario contar con herramientas que faciliten la gestión del estrés financiero y así crear calidad de vida.

 

Pero, ¿Cómo se describe el estrés?

El estrés es un conjunto de respuestas fisiológicas, cognitivas, emocionales y conductuales de naturaleza adaptativa, que se manifiesta de manera organizada y sincronizada para afrontar amenazas del entorno. Durante los episodios de estrés se da una liberación de hormonas al torrente sanguíneo, especialmente de cortisol y adrenalina, quienes son los responsables de orquestar la respuesta.

Cabe señalar que el ser humano tiene la capacidad de experimentar estrés, eso sí, un estrés agudo, el cual es intenso, breve, pero ante todo situacional, donde se generan ráfagas de cortisol y adrenalina de manera esporádica que facilitan una respuesta funcional al entorno, sin embargo, cuando esta respuesta se da de manera crónica (estrés crónico) es donde se genera una afectación a la salud.

Es así que los ¨problemas financieros¨, tales como el alto endeudamiento, los problemas de liquidez o el pago de compromisos en plazos específicos, se convierten en fuentes de estrés crónico, por lo que su presencia es un riesgo para la salud, pues genera afectaciones físicas, altera el sueño, limita las funciones cognitivas y propicia mayor irritabilidad y dificultad en gestionar las emociones, culminando en la adopción de conductas auto lesivas como el uso del tabaco, del alcohol y la compulsión por la comida entre otras.  Si usted hoy manifiesta algunas de estas señales es momento de hacer un alto.

¿Cómo hacer para que el dinero no se convierta en una fuente de estrés?

Son muchas las pautas que podemos utilizar para evitar que el dinero sea una fuente de estrés crónico, algunas de estas pautas son psicológicas y otras financieras, así que hagamos un resumen de las más significativas:

1. No le crea todo al estrés: ya hemos planteado que el estrés nos permite activar el estado funcional de alerta y esto es útil para nuestra sobrevivencia; el inconveniente se da cuando al presentarse el estrés en dosis muy altas, se activa un estado de hiperactividad que no facilita un afrontamiento adecuado a las amenazas, pues para el estrés bajo estas condiciones todo significa una emergencia, lo que provoca ansiedad, confusión e impulsividad. Es por esta razón que es necesario en momentos de exigencia financiera tener una rutina de vida que complemente una buena dieta, el ejercicio, dormir lo suficiente, socializar con los seres queridos, aspectos que se convierten en factores protectores y evitan que la mente se vuelva caótica y dramática.

2. No normalice la carencia, la escasez o la presión financiera:  muchas personas asumen creencias irracionales acerca de su vivencia con el estrés financiero, minimizan su impacto y sus consecuencias en su intento de normalizar su realidad financiera, usando frases tales como ¨el costo de la vida está muy alto¨, ¨la inflación no nos permite cubrir nuestras necesidades menos nuestros deseos¨, ¨hay que aprender a vivir con esta angustia por el dinero¨, ¨la economía mundial está muy mal y esto nos afecta indirectamente a nosotros¨. No use estas frases para justificar, minimizar o negar su realidad financiera.

No es normal vivir bajo un estado de estrés financiero crónico, pues esto puede ocultar el verdadero problema que radica en una administración deficiente de las finanzas personales y familiares.

3. Detenga al crítico interior: en ocasiones cuando el estrés financiero está asociado a una mala administración, se generan pensamientos de culpa y vergüenza, por lo que es necesario practicar la autocompasión (esto no significa tener lástima a uno mismo). No se culpe, no se ataque, no se enjuicie, háblese con esperanza y optimismo. Una pregunta potenciadora que puede ayudar en este proceso sería ¿Cómo puedo ser amable conmigo mismo en esta situación financiera?

4. Ajuste su estilo de vida: una de las decisiones más difíciles es ajustar el estilo de vida, ya que no es una simple acción de recorte de gastos ó de postergar deseos para enfocarse en las necesidades, implica elaborar duelos, asumir pérdidas y despedirse de actividades, lugares, personas y hasta del estatus, lo que se resume en un cambio profundo en el estilo de vida.  Algunos ejemplos de estos cambios son: alquilar una casa más pequeña, vender el vehículo y trasladarse en bus, cancelar la matrícula de la educación privada de los hijos, etc.  Si no siente preparado para estos cambios, busque ayuda profesional.

5. Implemente estrategias financieras defensivas: en un momento de estrés financiero es necesario proteger los recursos disponibles, por lo que activar un protocolo de estrategias defensivas es crucial. Algunas de estas estrategias son:

a. Respete su presupuesto: una vez defina su presupuesto mensual, comprométase a respetarlo, por lo que no puede gastar en aquello que no esté presupuestado.

b. Tenga gastos desde el sentido de realidad: en momentos de dificultad económica es necesario desactivar la fantasía, el cual es un mecanismo que crea un mundo paralelo para evitar el dolor de afrontar una realidad. Acá se hace muy importante que los gastos se asuman desde las verdaderas posibilidades financieras actuales.

c. No use la tarjeta de crédito como medio de financiamiento: la tarjeta de crédito es un medio de pago, no un medio de financiamiento, en momentos de estrés financiero hay quienes acostumbran usar la tarjeta de crédito para financiar su estilo de vida, lo que a la larga aumenta el endeudamiento.  Use solamente su tarjeta de débito o efectivo.

¿Qué más cree que puede implementar para que el dinero no se le convierta en una fuente de estrés?

Wagner Eduarte es el autor de este artículo. Es licenciado en Psicología y licenciado en Administración de Empresas, cuenta con más de 20 años de apoyar procesos de educación financiera.


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